El equipo de Europa se alzó con la 45ª edición de la Ryder Cup en el mítico Bethpage Black (Nueva York), imponiéndose por 15 a 13. Lo que parecía un trámite tras las dos primeras jornadas, con una ventaja récord de 11,5 a 4,5, terminó convirtiéndose en una jornada final de enorme tensión por la reacción estadounidense en los individuales.
El capitán europeo, Luke Donald, reconoció haber vivido “las 12 horas más estresantes de su vida” al ver cómo el equipo de Keegan Bradley desataba una ofensiva feroz en un ambiente hostil. Estados Unidos sumó 8,5 puntos el domingo, una cifra histórica, que hizo tambalear la victoria visitante.
Entre los europeos, el sueco Ludvig Åberg firmó un punto clave al derrotar a Patrick Cantlay (2&1). La tensión alcanzó su clímax en el hoyo 18, cuando el irlandés Shane Lowry embocó un birdie decisivo para empatar su partido frente a Russell Henley, asegurando el medio punto que garantizaba que Europa, al menos, retuviera el trofeo.
El desenlace llegó poco después: el inglés Tyrrell Hatton igualó con Collin Morikawa, sumando el punto 14,5 necesario y desatando la celebración europea. El marcador final de 15-13 certificó la victoria y mantuvo la supremacía continental: 11 triunfos en las últimas 15 ediciones.
Con este logro, Luke Donald se convierte en el primer capitán europeo en defender la Ryder Cup desde Bernard Gallacher en los años 90, consolidando su lugar en la historia del torneo. Europa retiene la copa conquistada en 2023 y vuelve a derrotar a Estados Unidos, esta vez en suelo norteamericano.