Un final perfecto de Van Rooyen prestigia a Tiger Woods
Remata en Los Cabos con birdie, birdie y eagle en el primer diseño de la megaestrella. Se lo dedicó a un amigo al que le quedan dos meses de vida.
Hay finales que la memoria retiene más que otros. Uno de esos aconteció el domingo en Los Cabos, la Baja California que baña el Pacífico. El World Wide Technology Championship aterrizó en México en El Cardonal, primer diseño de la empresa de Tiger Woods en el que se jugaba un torneo del PGA Tour y encontró un desenlace de los que registran los libros de los récords en la estadística. Datos como el logrado por Adam Long, que cogió 56 de 56 calles, lo que no acontecía desde 1992 (Claar en el Memorial), lo que demuestra que en el golf no importa cómo sino cuántas.
Ganó el sudafricano Erik Van Rooyen, 33 años, en un final soñado. Con 28 golpes (-8) en los segundos nueve hoyos, remontando dos golpes en los tres últimos hoyos con una secuencia birdie-birdie-eagle, éste con un putt de 5 metros, algo que no acontecía desde que Rickie Fowler se llevó el TPC en un desempate en 2015. Hasta le sobró margen. Ganó por dos y eso que su tarjeta de 63 golpes había arrancado con un bogey en un par 5.
Fue la segunda victoria en el gran circuito mundial tras la victoria en el Barracuda de 2021, un torneo menor. "Dolió el primer hoyo, pero en el segundo fui y emboqué un putt de 13 metros y pensé: disfrutemos que esto es un juego absurdo", dijo el ganador, que cobija también una dramática historia detrás. Desde Los Cabos vuela este lunes a Minnesota para ver a Jon Trasamar, un antiguo compañero de la universidad de esta ciudad, al que se le ha reproducido un cáncer y la metástasis lo ha desahuciado. "Le quedan entre seis y 10 semanas de vida", reveló Van Rooyen. "Pensé en él todo el día. Lo único que me apetece es jugar nueve hoyos con él. Historias como ésta te hace poner todo en perspectiva. ¿Es divertido ganar al golf? Lo es. Llevo jugando desde que tenía 8 años, pero no es importante".
Durante este torneo ha marcado su bola con las iniciales J.T. en lugar de la nota musical con las que la identifica pues, como apasionado de la guitarra, a Van Rooyen la música le provoca grandes sensaciones.
Su triunfo relegó a Camilo Villegas, el colombiano que quería brindarle la victoria a la memoria de su hija, fallecida en 2020 por una enfermedad, y a Matt Kuchar, el incombustible estadounidense que con 45 años no tiene final, que ha jugado las 19 ediciones de las finales de la FedEx Cup y que en un domingo sin bogeys, tras el hoyo 15, parecía tenerlo todo ganado. Pero el asombroso final de Van Rooyen, alteró el guión.
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