(T de transición)
La Zona T
Intento precisar así a uno de los sitios más delicados de las canchas de Golf; el collar de pasto ó el borde que rodea al green.
Ahí se produce un importante cambio de estado, donde podemos generar algún filazo ó pifie impensado, por el sólo hecho de no tener una clara percepción de cómo quedó apoyada nuestra pelota.
Esta es una zona de transiciones físicas, donde a partir de una línea cambian abruptamente las características del terreno y comienza el green. Caer en esta lonja de pasto-raro significa que tendremos que cambiar el switch (mental) para pasarlo de potencia a precisión.
Las condiciones típicas que nos encontraremos son:
1. Bordes bien cortados donde casi no se distingue la transición entre el fairway y el green (en ese caso uso el putter, no lo dudo, apunto recto aunque vea algo de caída e imagino al hoyo un poco más alejado de la distancia real);
2. Bordes con pasto más alto que el green, pero prolijamente cortado (la pelota quedó bien asentada y se la ve casi al 100%; sigo con el Putter... aunque comienzo a pensar más en un chip con hierro 8 si la distancia al hoyo y la pendiente a enfrentar son importantes);
3. Bordes de rought y pasto medio salvaje... (se ve media bola ó menos, con lo cual, ni pienso en el Putter. Ya voy convencido con mi pitch e imagino un firme tiro “globito”, considerando la pendiente y la distancia que debe rodar la bola hasta el hoyo)
4. Alguna otra combinación de elementos, donde además del pasto-raro encontraremos arena, agua ó barro (y allí no se qué haría... dependerá de lo que se vea en ese lugar)
Si sumo estas características, e imagino otras propias de cada cancha y de su nivel de mantenimiento, coincidamos en que es un sitio muy delicado para ejecutar ‘el’ golpe exitoso, ó por lo menos, es propicio para generar un rosario de maldiciones mientras acumulamos tiros...
No hay que dejar de lado el efecto mental, porque a esos escenarios –físicos- descriptos seguro que inconcientemente le agregaremos nuestra propia creatividad, imágenes que intentaremos reproducir con coraje y riesgo, que pertenecen al mundo de los profesionales que vimos en la tele ese fin de semana... cuidado.
Paremos la película y razonemos como amateurs, recordemos que jugamos tan sólo dos partidos a la semana, con suerte... Volvamos nuestra mirada perdida sobre la pelota, miremos bien el ‘lie’ y el estado general de esa zona de transferencia. A partir de allí, tomemos una decisión más sintonizada con nuestra propia capacidad y experiencia. Es más sensato.
Siempre recuerdo un comentario de mi Profe: “En estos sitios es donde se carga nuestra tarjeta de golpes sin valor” y que “un tirito de un par de metros –errado- cuenta igual que un perfecto maderazo de 300 yardas...”
En lo personal, uso el Putter en un gran porcentaje de casos y resuelvo el ingreso al green con cierta humildad; no obstante, utilizo también algún hierrito cuando veo que entran en juego otras variables, como la distancia a recorrer hasta la bandera, las caídas del piso y la velocidad de rodada del green. Pero todo esto es muy relativo. Responde –básicamente- al conocimiento que uno tenga de la cancha donde vaya (¿cuántas veces jugamos sobre el mismo trazado...?).
Hagamos lo que hagamos en cualquier campo, la conclusión de estas líneas es que cuidemos los golpes ‘delicados’, sobre todo en esta “Zona T”. Tomemos decisiones firmes, que nos acerquen al hoyo, porque esos serán los golpes que en definitiva nos asegurarán un buen score.
Gracias y hasta la próxima.
Marcelo H. Barba
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