El golf es física, y más cosas, pero no puede escapar a las leyes de la física, y ya sabemos que la energía ni se crea ni se destruye, solamente se transforma. Por otra parte, las percepciones personales, son eso precisamente, personales; y las explicaciones tratan de trasladar una percepción propioceptiva al lenguaje discursivo, al que pueda entender el interlocutor. Cada uno de los protagonistas explicadores pone el énfasis en una parte concreta, que es la que más significado puede tener para él, pero ninguno niega ni desprecia los otros posibles factores.
Hay que ver el swing desde varios puntos de vista para conseguir entender algunas cosas.
Está claro que cada jugador tratará de utilizar, la mayoría de ellos inconscientemente, aquellas partes de su cuerpo que tenga más desarrolladas; el que tenga unas manos muy fuertes tratará de utilizar las manos para producir potencia.
Los que tengan caderas potentes (siempre en relación al resto de su organismo) tratará de utilizarlas con preferencia a otras partes de su cuerpo. Este último caso es muy típico en las mujeres, que al tener las caderas anchas tienen un brazo de palanca proporcionalmente mayor, y así se ven swings en los que el predominio de la parte baja del cuerpo es muy notorio.
La gente longilínea, no necesariamente los muy altos, utilizará la longitud de sus miembros para producir un gran arco de swing, mientras que los braquilíneos, no necesariamente obesos, utilizará su gran velocidad de giro del cuerpo sobre sus piernas cortas y gruesas y muy estables.
Hay muchísimos más ejemplos, pero vemos que el golf está muy equilibrado, que cada uno tiene unos recursos propios para producir la potencia necesaria. Y de aquí sacamos la primera sugerencia: "Mucho cuidado con copiar los swings de los jugadores famosos"
Una de las formas más eficaces de aprender es mirando y copiando lo que se ve, pero si tu cuerpo, tu fisiología, tu temperamento, etc, no se parecen a tu modelo, puede pasarte lo que le ocurrió a Phil Mickelson, quien si bien no es zurdo aprendió a hacer el swing al revés copiando a su padre.
Una cosa es tratar de producir potencia con no se qué parte del cuerpo, y otra muy distinta, conseguirlo.
Hay dos tipos fundamentales de golfistas: los "hitters" (golpeadores) y los "swingers" (balanceadores). La diferencia fundamental es la amplitud del movimiento eficaz.
Los primeros tienen una aceleración muy alta en un recorrido muy corto, y los segundos una aceleración progresiva durante un recorrido mucho más largo. Lo que no quiere decir que los hitters tengan una especie de medio-swing y los swingers un swing-y-medio. No es eso, aunque a veces se aproxime. La diferencia está en la parte eficaz de su movimiento.
Sabiendo cómo utilizar tu cuerpo para producir la cantidad de potencia necesaria, la eficacia y el rendimiento aumentan de forma espectacular.
Pensá por ejemplo en Davis Love III junto a un hándicap 36 recién estrenadito, los dos tirando pelotas a 160 metros, y mientras el que vos ya te imaginás lo hace con un hierro 8 y sin despeinarse, el otro, que también ya te imaginas, estará dando maderazos y a punto de darle un colapso . . . es solo cuestión de eficacia.
Para mover una cabeza de driver a 100 Mph y movernos nosotros durante el swing, hacen falta algo más de TRES caballos de potencia.
¿De dónde sale esa potencia?
Conocete, conocé tus fortalezas y debilidades. Hacé que tus fortalezas trabajen a tu favor. Aumentá la eficacia en tu juego descubriéndote a vos mismo.