Puede aparecer en cualquier hoyo de la vuelta, siendo más frecuente en los primeros. Nace en la mente del golfista cuando se hacen dos bogeys consecutivos. En principio no se hace caso porque siempre esperas que tu juego, el que normalmente hacés, te ayude en estas situaciones. No suena la alarma, porque tras dos bogeys no se rompe una vuelta y se cuenta con ellos. Sabes que en el próximo hoyo el par o el birdie está esperándote... Pero volvés a hacer bogey ...
Después de 3 bogeys consecutivos sabes que algo pasa. Y te das cuenta que tenés que hacer algo. Pero hace tiempo que no estás en el campo, que simplemente jugás con tu swing y dejas que hable el campo, sin hacer nada por ello. Y volvés a las andadas, con el temor adicional que al mínimo fallo volvés al bogey. Esperas algo: meter un putt, salvar una situación de alguna forma o simplemente hacer green en regulación con dos putts. Algo que te vuelva a decir que eres un buen jugador, acostumbrado a hacer pares y que lo que te pasa no es normal.
Otro bogey ...
¿Qué hago? ¿Concentrarme más? ¡Si ya lo estoy!
No lo estás. Algo dentro tuyo sabe que el bogey es la solución, ya que es mejor que el doble bogey. Es una situación difícil en la cual hay que confiar en uno mismo a pesar de las circunstancias. Sabemos que el par o el birdie puede llegar, pero no sabemos cuándo. Puede durar esto algunos hoyos, pero lo peor es que quizás sea demasiado tarde.
Hay que acudir a sensaciones nuevas, a pensamientos correctos, a confianzas desechadas...
Y aparece la determinación. Ésa determinación que hace a los grandes campeones, NO PENSAR EN LA DINÁMICA DEL BOGEY. Pensá que ha comenzado la vuelta, que sos el que sos y que nada ni nadie te va a impedir dar un gran golpe. Lo sentís dentro tuyo. Tu pensamiento está limpio, casi me atrevería a decir que no piensas en nada, sólo en... nada...
Drive en el fairway... comienza un nuevo torneo de golf...
Causas de la Dinámica del Bogey:
- Llegas al campo como si nada, sin pensar en lo que estás a punto de hacer.
- Puede que hayas dado pelotas, y no ha ido nada mal, pero te has olvidado de jugar el putt.
- Tee del uno. Aquí estoy. Algo saldrá.
- En el primer tiro a green no he atacado bandera. Mi única preocupación era que saliera decentemente.
- No pienso en lo bien que estoy aquí. Con una buena compañía, en un campo verde y bien cuidado y mejor sin duda… que si estuviera trabajando.
- Mi swing sale descuidado, sin mimar.
- Una mala salida ya sé que es bogey.
- Con el Drive se me encoge la mano y sale siempre un fade que se podría confundir con un slice. De hecho, he apuntado a la izquierda del objetivo.
- No sabes el sitio por donde hay que fallar. Se te ha olvidado. Incluso es posible que falles hasta en elección del palo.
- Un putt de más de metro y medio son dos putts